En un hecho que causó indignación entre los ibaguereños, agentes de la Policía Metropolitana rescataron a un bebé de 25 días de nacido, que fue abandonado por su progenitora en la iglesia San Roque, en el centro de la ciudad.
El infante fue descubierto por un feligrés que notó cómo se escuchaba un llanto que provenía debajo de una de las sillas. Al acercarse, el creyente se encontró al bebé, envuelto en medio de una cobija.